Los pericos y los loros son animales más bien robustos, cuyos cuidados se reducen al mínimo si están bien alimentados, si se duchan diariamente y si están bien socializados. Descubra, de todos modos, las acciones que lo ayudarán a cuidar correctamente a su ave.
Las uñas
Éste es el cuidado más recurrente que debe controlar y que puede tener consecuencias más nefastas de lo que se supone. ¡Las uñas de un loro pueden volverse muy puntiagudas y su contacto muy desagradable! Es pues importante no llegar a esto porque en estos casos, se tiene menos ganas de tener a su loro encima. La relación puede entonces pagar las consecuencias y el pájaro quedarse aislado. Con un poco de paciencia, esta costumbre se volverá un juego que lo unirá un poco más a su pájaro. Si verdaderamente no tiene ganas de prodigar este tipo de cuidados, siempre podrá darle a su loro una percha manicura, que generalmente funciona muy bien.
Los puntos clave de este video
Use una lima y enseñe a su loro a no tener miedo.
El corta-garra es eficaz pero tenga cuidado de no alcanzar la vena de la uña.
No utilice nunca herramientas eléctricas como la pulidora manual.
El pico
El pico de un loro crece permanentemente, a lo largo del año. Su pájaro debe poder limar naturalmente su pico utilizando un juguete, una percha manicura o una rama de madera. Por lo tanto, en teoría, no vale la pena limar el pico de su loro. Si debe, a pesar de todo, intervenir, tenga en mente que el pico contiene una vena, el mismo caso que las uñas. Hay entonces que limar con mucha precaución. Ante la menor duda, es preferible llamar a un veterinario.
Las plumas
No hay razón para cortar las plumas de las alas de un loro, pero si es absolutamente necesario hacerlo, así es como se hace:
Hágase ayudar por un asistente que tenga el hábito de sostener a un loro (ver « Contención de un loro »)
Use buenas herramientas, un par de tijeras o un cortaúñas muy afilado.
Despliegue el ala del loro con inmensa delicadeza y corte algunas plumas primarias (una de cada dos) por la mitad, en las dos alas. Cada ave tiene una aptitud diferente para el vuelo, por lo tanto, no hay una regla para realizar el corte de las plumas. Debe pues, determinar en función de su pájaro, el número de plumas que hay que cortar.
No corte las plumas muy cortas, ya que haría salir la sangre que irriga la pluma. Si esto sucede, deténgala inmediatamente con polvo hemostático, o retire completamente la pluma.
No corte las plumas externas por razones estéticas. No hay nada más desagradable que un ave con las plumas de las alas totalmente seccionadas.
El principio consiste en limitar el vuelo del ave, no en impedirle volar. Es decir, que no debe subir en el aire, sino simplemente volar descendiendo. Corte las plumas progresivamente y, sobre todo, no más de lo necesario, si no quiere ver a su pájaro caer pesadamente al suelo y lastimarse, con el riesgo de romperse la quilla.
Atención: un loro que tiene las plumas de las alas cortadas puede, a pesar de todo, volarse si está muy motivado o si lo ayuda el viento. ¡Recuerde entonces controlar el crecimiento de las plumas para no tener malas sorpresas (este caso es un gran clásico de la desaparición de los loros)!
Muda
Es un fenómeno totalmente normal que ocurre generalmente a finales del verano, pero que en el caso de ciertos pájaros de compañía puede producirse todo el año. Las plumas se regeneran progresivamente, sin afectar al vuelo del ave. Durante este período (de 5 a 7 semanas), el plumaje es más apagado y menos espeso. Lo único que se puede hacer es complementar la ración diaria con una mezcla de oligo-elementos y de vitaminas.
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