Acabamos de ver en el capítulo anterior cómo tiene que ser la jaula para que su loro esté a gusto, incluso para que tenga ganas de volver solo. Usted lo sabe; con los loros, todo es posible. Verá pájaros que adoran su jaula, al punto de no tener más ganas de salir. Lo que es, evidentemente, un gran problema, pero usted verá también lo contrario, loros que se resisten a volver allí. Lo ideal es hacer de manera que su loro entre y salga de su jaula fácilmente, sin choques, sin tensión. Pero esto es un arte delicado. La relación entre la jaula y el pájaro es, en todo caso, demasiado compleja y a veces hay que recurrir a la astucia.
Volver a poner a un loro en su jaula: ¡sea más astuto que su loro!
Este problema es un gran clásico en muchos loros. Aprenden rápidamente a adivinar que el momento de volverlos a su jaula llegó y...¡no hay forma de atraparlos! Otro signo de su extraordinaria inteligencia: basta que usted coja las llaves de su coche y pronuncie palabras como "ya vuelvo" o "hasta luego" con la entonación típica de alguien que se está yendo y su loro irá a sus manos. Aprenda lo más pronto posible a despistar para evitar este comportamiento que puede volverse desagradable y conducir a tensiones.
Los puntos clave de este video
Cualquiera que sea la astucia utilizada para distraerlo, recompense siempre a su loro cuando lo vuelva a poner en su jaula con un beso, una caricia, una golosina, o un juguete nuevo, de manera que asocie la entrada en la jaula con un momento agradable.
Fuentes
www.colony.fr
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